ECONOMÍA
Datos y situación
El estallido de la crisis financiera arrancó del tendedero español la ropa que pensábamos que ya estaba seca. Destapó los problemas y debilidades de una economía que nos decían que era fuerte. La demanda interna no ha hecho más que descender y tener un empleo hoy en día es como llevar en el bolsillo un billete de 500€…
Uno de los problemas más
importantes de la economía española y del que, probablemente, salen todos los
demás es del incontrolado aumento de la deuda privada durante los buenos
tiempos. Aquellos tiempos en los que la economía nos taladraba con buenas noticias
y las páginas salmón servían para no pisar lo fregado. Hoy en día la deuda privada representa más del
220% del PIB y si añadimos la pública estamos endeudados en términos generales
más de un 300% del PIB. La cifra es escalofriante y la deuda se ha convertido
en hierro ardiendo en las manos de los deudores. Quieren quitársela de encima
antes de meterse en nuevos proyectos de inversión. El desapalancamiento ha
llegado y parece que se quedará con nosotros una larga temporada.
Con el aumento del desempleo y la
necesidad de eliminar deudas de entre los papeles, las familias españolas han
reducido el consumo de una manera notable. En el gráfico posterior se puede ver
la evolución del consumo respecto al mismo trimestre del año anterior
(evolución interanual).
Fuente:Eurostat
El consumo está estancado. Las
familias han visto mermada sus rentas. Pongámonos en el caso de una familia
tipo española: dos padres y dos hijos menores. Uno de los padres se queda en
paro. ¿Qué sucede? Con una menor renta tienen que satisfacer las necesidades.
La televisión no funciona muy bien, aún se ve, pero falla. En el pasado
hubiesen optado por la compra de una nueva. Hoy por hoy, al tener menos renta
hay necesidades más importantes que satisfacer. Necesidades básicas para la
existencia humana y los gastos en consumo, que anteriormente se hubieran podido
producir, en el presente son obviados ante la falta de medios económicos. Y si
encima esa misma familia tiene deudas se puede imaginar que la situación es aún
más dramática. A una menor renta se suma
la carga de la deuda contraída en la época de expansión económica. Una deuda
que es como una roca puesta a la espalda de las familias y que en ocasiones es
mayor de la que hubiesen necesitado. Debemos entender esta realidad de la mano
del crédito. Una palabra tan buscada en la actualidad era en el pasado como uno
de esos artistas que hacen un par de canciones comerciales y ya se creen los
reyes de la fiesta. No paran de firmar autógrafos, de hacerse fotos, de dar
conciertos… Todo el mundo quiere estar en estos conciertos. Pues bien, el
crédito era así. Los bancos de la forma que más recursos obtienen es
concediendo créditos. De eso no hay ninguna duda. Conceder un crédito significa
mover el consumo, mover la inversión… las entidades de créditos no quieren una
economía parada en la que los depósitos se vean mermados y en las que el
crédito no fluya. No tendría ninguna lógica. Ahora bien, el crédito fácil del
pasado, las familias lo pagaron con el endeudamiento elevado en el futuro que
unido a un alto desempleo y a una situación económica recesiva podemos tener
los ingredientes para el cóctel de los 100 años de resaca.
Las empresas se encuentran con
una demanda insuficiente, debido a la disminución del consumo, que no han podido paliar con el aumento de la
inversión. ¿Por qué? La respuesta está en el endeudamiento. Las empresas
también se han endeudado y de una manera muy notable durante la etapa de
expansión económica. Cuando la situación cambió y la realidad se convirtió en
un muro, mientras el crédito debido a la crisis financiera se transformó en un
montón de cristales rotos, las empresas debieron de adaptar su capacidad
productiva a las nuevas circunstancias y los despidos aumentaron. No se llevó a
cabo un proceso de aumento de las inversiones privadas debido al aumento de las
exigencias de crédito y a la contracción que este experimentó en el inicio de
la crisis económica. Por lo tanto hubo dos claros problemas que evitaron que
las inversiones empresariales aumentaran: la contracción del crédito, y como
no, la cantidad elevada de deuda que tenían en sus balances.
Fuente:Eurostat
Por lo tanto, mientras el consumo
disminuye y el ahorro aumenta, la inversión desciende bruscamente debido al
endeudamiento de las entidades dispuestas a invertir y de la contracción del
crédito. Mientras el consumo no se recupere la inversión es un instrumento
clave para crear empleo.
¿Y la inversión pública? Pues
quitando aquel intento improductivo, también llamado Plan E, los PGE año a año
la están reduciendo. El gasto público, para cumplir el objetivo de déficit,
está disminuyendo. ¡Y más que va a disminuir! Por lo tanto, la inversión
pública también es insuficiente para generar puestos de trabajo y no logrará
suplir a la inversión privada decreciente en esta tarea.
Únicamente nos queda esperar que
nuestros productos sigan siendo atractivos en el extranjero y lograr que la
demanda externa sea tan fuerte que logre sustituir a la deprimida demanda
interna. ¿Nos subiremos al carro del comercio exterior en los próximos años?
Ese es un tema diferente y no quiero apartarme de lo que me interesa: la
inversión y su futuro.
La inversión disminuye, es un
hecho, Un hecho que se repite en todos los países con problemas. En todos los
países que están en boca de cualquier ciudadano. En el gráfico posterior se
puede ver la evolución de la inversión respecto al mismo trimestre del año
anterior en Alemania (verde oscuro), Grecia (azul), España (marrón), Francia
(rosa), Italia (amarillo) y Portugal (azul claro). Puede verse como en Grecia
el descenso es impresionante. Portugal sigue su camino. España e Italia van
detrás.
Fuente:Eurostat
Mientras la inversión no se
recupere no podremos salir a la calle y aplaudir. La inversión es un componente
clave para que la demanda salga de la cama de hospital y respire el aire de la
recuperación.
¿Qué futuro le espera a la
inversión? Está condicionada por el endeudamiento de familias y
empresas y por la contracción del crédito.
- El sistema financiero español está en una posición
delicada. Se están sembrando dudas y ya veremos lo que se recogerá. En los
balances de los bancos se está acumulando deuda pública. El BCE, en lugar de
invertir, como ya ha hecho, en títulos de renta fija de España, ha
inyectado dinero a los bancos para que sean ellos los que adquieran los
títulos. Nos decían que mediante esta inyección de liquidez iba a fluir el
crédito. ¿Verdad? No, el objetivo era contener a la endemoniada prima de
riesgo. Ante las dudas, el peso de las pasadas operaciones dudosas y el aumento
de la cantidad de deuda pública en sus balances, la contracción del crédito es
evidente.
- Las empresas están endeudadas y en la actualidad tienen
como prioridad la disminución de la deuda. Esto quiere decir que estamos
entrando en un proceso de desapalancamiento y que incluso con el crédito
fluyendo, las empresas tendrían más reticencias que en el pasado para emprender nuevos proyectos y la prioridad
por desendeudarse tendría un papel principal.
La
recuperación de la inversión dependerá, en una parte importante, del ritmo a
que se lleve ese proceso de desapalancamiento. Ya se habla de que este proceso
nos llevará hasta 2016. Una cosa está clara, deuda y crédito son dos palabras
claves para intentar ubicarnos en la realidad económica actual.
Daniel Franco
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